martes, 30 de septiembre de 2014

Puedo decir
que me he ido
a las afueras de este mundo

.......

Aquí un cuatro
puede resultar confortable como una silla
sobre la que arrojar el cuerpo
cuando ya no alcanza.

.....

Si, es cierto
debo tener una atracción para los impares
o es uno o es tres
hasta pude pretender un cinco
en un ejercicio de probabilidades añejas
No al dos
no llego a comprenderlo
más que como a un patito que nada

.....

Ese ritmo insulso del reloj
se repite dentro de mi caja torácica
y llega la hora en que debo dormir
presumiendo que se apaga
después de quitarle la batería
al mecanismo absurdo
que mueve mis ojos


....

Quería querer como quiero
quería querer que me quieran
tanto verbo cacofonico
no puede resultar un buen poema

1 comentario:

  1. Marcela siempre es una grata alegría volver a leer tu poesía. Y el verbo querer y sus cacofonías tienen el destino de que nunca podremos dejar de querer...

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